Desarrollar una política de gestión de parches
Comience con una política clara que describa cómo, cuándo y dónde deben aplicarse los parches. Muchas organizaciones siguen una rutina de “Patch Tuesday” (Martes de Parches), donde todas las actualizaciones y parches se programan y aplican un martes específico de cada mes. Esto ayuda a estandarizar el proceso en todos los dispositivos y equipos.
Crear una lista de inventario
Mantenga un inventario actualizado de todos los dispositivos, aplicaciones y sistemas operativos. Saber qué necesita ser parcheado es el primer paso para gestionar los riesgos.
Comprender los calendarios de parches del proveedor
Manténgase informado sobre cuándo los proveedores de software lanzan parches. Esto permite a los equipos de TI prepararse con antelación y planificar las implementaciones en consecuencia.
Crear procedimientos de parcheo estándar y de emergencia
Defina rutinas de parcheo regulares y flujos de trabajo separados para correcciones urgentes. Esto asegura que las vulnerabilidades críticas se aborden de inmediato, mientras que las actualizaciones rutinarias se mantienen en el calendario.
Priorizar los parches según el riesgo
No debe tratar todos los parches por igual. Concéntrese en parchear primero las vulnerabilidades de alto riesgo y aquellas que podrían explotarse fácilmente. Esto reduce las posibilidades de una brecha de seguridad.
Implementar parches en un entorno de prueba
Antes de implementar parches en toda la organización, pruébelos en un entorno seguro. Esto ayuda a detectar problemas de compatibilidad o errores inesperados a tiempo.
Programar parches para automatizar la implementación
Automatice la gestión de parches siempre que sea posible para evitar retrasos. Asegúrese de que la implementación de parches esté programada para reducir el esfuerzo manual y mantener los dispositivos consistentemente actualizados.
Implementar un despliegue por fases
Implemente los parches por fases en lugar de todos a la vez. Comience con un pequeño grupo de dispositivos, monitoree los resultados y expanda la implementación gradualmente.
Rastrear el proceso de implementación de parches
Monitoree el estado de cada parche, ya sea pendiente, instalado o fallido. El seguimiento garantiza que ningún dispositivo quede sin parchear.
Revisar regularmente el estado de los parches
Establezca auditorías o informes rutinarios para verificar si los sistemas están actualizados. Las revisiones regulares ayudan a identificar brechas y mejorar futuras implementaciones.
Usar una herramienta de gestión de parches
Invierta en un gestor de parches fiable o un software de gestión de parches que admita la implementación en la nube. Las herramientas de gestión de parches pueden ayudar a automatizar el escaneo, la implementación y los informes, ahorrando tiempo y reduciendo errores.